No quería yo ponerme a hablar del tema absurdo de la semana, sobre todo porque ya lo ha hecho tanta gente que poco queda por añadir, pero al final me he animado, aunque solo sea porque quiero escuchar vuestras opiniones.

Por supuesto, hablo de la sesión fotográfica de los protagonistas de Glee para GQ, que ha hecho temblar los cimientos de la sociedad norteamericana, hasta el punto de que algunos han dicho que se fomentaba la pedofilia, olvidando que, pese a que representan esudiantes de instituto, los actores de Glee sobrepasan ampliamente los 18 años(24 tienen Lea y Diana. 28 Cory).

El reportaje, que os dejo en este enlace, muestra a Lea Michele y Diana Agron al más puro estilo Lolita pero sin coletas o, como les dijeron en la propia sesión, estilo Britney Spears en Hit me baby one more time. Junto a ellas, Cory Monteith, en actitud mucho más recatada, como bien comenta Sonia Blanco, algo que podríamos recriminarle al fotógrafo o director de la sesión, pero bastante lógico si tenemos en cuenta el público de la revista.

¿Escandaloso? No más que otras portadas anteriores de esta misma revista u otras, como la última que en Rolling Stones dedicaron a True Blood, en la que sus protagonistas salían completamente desnudos y ensangrentados (la comparación no es mía, la he visto ya en al menos un par de comentaristas norteamericanos, pero la suscribo completamente).

¿A qué viene tanto escándalo entonces? ¿Se trata del perfil de espectadores al que va dirigida la serie?  No tendría sentido pues, si bien las tramas son muy blancas y moralistas, no debemos olvidar que sus protagonistas han estado embarazados antes de cumplir la mayoría de edad, tienen un club de castidad al que hacen poco honor y hasta mantienen relaciones sexuales por puro placer sin importarles quién se encuentra al otro lado de la cama.

Como bien dice la propia Diana Agron en una entrevista a propósito de esta cuestion, si un menor de edad tiene la revista GQ entre sus manos, quizá deberíamos plantearnos cómo y por qué ha llegado a sus manos y no criticar que sus contenidos son inapropiados.

Respecto a las fotos en sí mismas, la verdad, podrían haber sido un poco más elegantes pero bueno, es evidente que yo no soy el público objetivo de esta revista y a Lea Michele se la ve realmente cómoda en el papel así que, bien por ella.